Cuentan que durante la Edad media, la peste asoló toda Europa, y que un hombre acaudalado nacido en Montpellier, se entregó a la curación de los enfermos, con tal celo que él mismo se contagió de tan nefasta enfermedad. Murió, fue enterrado en Venecia, y elevado a los altares con el nombre de San Roque. Muchos pueblos de España le acogieron como patrono, a pesar de ser extranjero, cuando las repetidas epidemias seguían asolando nuestras tierras.

Chinchón fue uno de ellos y en su honor levantaron una pequeña capilla a la salida del pueblo. Pero era tan pequeña que apenas si podían entrar los celebrantes y algunos fieles, por lo que en el año 1668 el Concejo acuerda ampliarla para lo que tiene que comprar una casa que le lindaba.

Para reedificar la capilla se convocó un concurso que fue adjudicado a Juan de Vergara, maestro de obras de Colmenar de Oreja, y las puertas las hizo Alonso Robleño.

 

ermita de san roque chinchon

 

La ermita actual es de estilo barroco, de mampostería cajeada con ladrillo, de una sola nave en forma de cruz, formando una pequeña cúpula en la confluencia con el pequeño crucero.

 

Gracias a nuestro colaborador El Eremita