Ejemplo sublime del retrato cortesano y obra maestra de Francisco de Goya, nos presenta a Doña María Teresa de Borbón y Vallabriga, más conocida como la condesa de Chinchón. La dama aparece elegantemente vestida con un traje de talle alto, siguiendo la moda del momento.
La modelo sentada en un sillón, cruza sus manos sobre el regazo. Goya sitúa al personaje sobre un fondo neutro, oscuro, del cual destaca el rostro y su luminoso traje de gasa blanca transparente. El encargo de la pintura data de1800 partiendo la idea del mismo Godoy, siendo concluido en el mes de abril, poco más podemos saber sobre el origen del lienzo, ya que los archivos del duque de Sueca, descendientes directos de la condesa, fueron destruidos durante la Guerra Civil.
En esos momentos María Teresa cuenta con diecinueve años de edad y se encuentra embarazada de su única hija, Carlota, tal vez por ello cruce sus manos sobre el regazo y lleve el tocado de espigas de trigo, atributo de la diosa Ceres y símbolo de la fecundidad. Hay que señalar que cuando posó para Goya todavía no era condesa de Chinchón, no recibiría el título hasta 1806.
Si quieres conocer más sobre el cuadro, visita el Blog de nuestro colaborador Manolo Carrasco, aquí.